domingo, 28 de junio de 2009

Los cuatro polluelos se han salvado y han aprendido a volar junto a sus padres, desapareciendo ya en el horizonte hacia el infinito

¿Volverán las oscuras golondrinas,
en mi balcón sus nidos a colgar?


Como cada domingo les expongo las fotos que he podido tirar sobre la evolución de los polluelos de uno de los nidos que las golondrinas han formado en el tejado del porche. Para verlas más grandes, pinchar sobre ellas y se verán en todo su esplendor. Hemos ido viendo cómo crecían, cómo una se cayó y pudimos llevarla indemne de nuevo al nido antes de que los perros dieran buena cuenta de ella. Otras dos acabaron en la cocina arrinconadas peligrosamente también por los perros: se habían equivocado de dirección al tirarse al vacío desde el nido intentando aprender a volar... Finalmente se han salvado los cuatro y después de tres días de vuelos por el jardín y sus alrededores en compañía de sus padres perfeccionando el arte de cruzar el cielo apoyados en sus negras alas, han desaparecido en el horizonte allá por donde llegaron. Vinieron dos y se marcharon seis. Vida, mucha vida. Produce alegría, produce relajación. Te reconcilia con la maltratada Naturaleza.
Ya sólo queda esperar al año que vine, a ver si las vemos de nuevo. Para ellas, estos versos tan conocidos como bonitos de Gustavo Adolfo Becquer.
Adiós, pequeñas.


Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y, otra vez, con el ala a sus cristales
jugando llamarán;
pero aquéllas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquéllas que aprendieron nuestros nombres...
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aun más hermosas,
sus flores se abrirán;
pero aquéllas, cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate:
¡así no te querrán!


3 comentarios:

Nostradamus dijo...

Muy bonita la historia de las golondrinas en tu jardín, Juancar. Bonita historia y bonitas fotografías. Te felicito. Un poco de sensibilidad de vez en cuando viene muy bien.
Un abrazo

LIII dijo...

Digna ilustración para tan hermosas Rimas. Enhorabuena Juan Carlos, unas fotografías preciosas; éstas y las anteriores.

POLUX dijo...

Polux....

Hola amigo Carlos,no se como no te salen alas para volar ya que adoras como demuestras a las aves, especialmente en este caso a las golondrinas, quizás estés reencarnado,vete tu a saber en algun ave en otra vida ¿quien sabe?
Yo antes tanta ternura y cariño que demuestras hacia estas golondrina, me pregunto donde esta este malvado hombre ,que a veces saca de su interior un diablillo que algunos interpretaran de la manera que quieran, para mi sigues siendo D.Juan Carlos Magnifico periodistas,y profesional mi enhorabuena,sigue así por favor no cambies nada.
Atte. POLUX....