Fuerzas de Seguridad, bomberos, médicos ó los sintecho, colectivos que viven...

La "otra" Navidad

Quiero desde estas líneas felicitar a una serie de colectivos de personas que por sus trabajos ó sus peculiares características de vida, soportan otro tipo de Navidad diferente al nuestro. Normalmente la Navidad se la pasa uno rodeado de los seres queridos, en casa, al calor de la chimenea, la calefacción ó el brasero particular bajo la mesa camilla.
Pero hay personas que no tienen mesa camilla. Ni brasero. Empezando por los que literalmente viven en la calle. Los sin techo, que estos días de felicidad para muchos se tienen que buscar la vida para no sucumbir al hambre y al frío, ayudados sólo a veces por las asociaciones caritativas religiosas y civiles. Un saludo para ellos.

Un saludo también para los efectivos de la Policía Local, la Policía Nacional, la Guardia Civil, los chicos de Protección Civil, todos los que estén de servicio trabajando mientras nosotros gozamos de nuestros seres queridos.

Pero hay muchos más colectivos: retenes de guardia de Bomberos, recintos sanitarios desde los médicos, a las enfermeras, auxiliares y hasta el chico de la cafetería. Sólo los turnos les permiten gozar de sus familias, cosa que no pueden hacer muchos de los enfermos que se recuperan en la cama. Un saludo también para nuestras Fuerzas Armadas, allá donde estén. Desde la garita de cualquier cuartel en España hasta las unidades enviadas a la Guerra de Afganistán en "labores humanitarias". Un saludo para todas las ONG´s que estos días funcionan a tope, a veces mucho más cerca de nosotros de lo que nos pensamos, en nuestro mismo pueblo, auxiliando a muchos convecinos nuestros que no tienen qué echarse a la boca ni cómo pagar la luz antes de que se la corten.

Y nuestros misioneros y cooperantes repartidos por todo el mundo. Y los pescadores fuera de sus tierras, y los currantes alejados de sus familias... Y los presos de las cárceles y los funcionarios de Prisiones, ambos colectivos con unas Navidades... diferentes. También para ellos nuestras felicitaciones.
Enfín, la lista sería interminable. Unos velan mientras otros duermen, unos guardan mientras otros disfrutan.

Para todos ellos, Feliz Navidad. Su Navidad. A su forma y manera. Pero les deseamos que feliz. Y que el año próximo, dentro de lo malo que puede esperarse, la maldad no se cebe en sus vidas ni en sus corazones. Volveremos a ser un poco mojigatos durante unos minutos. Ya se nos pasará. Mientras tanto, disfrutemos todos del placer de ser buenos y hacer el bien a nuestro alrededor. Seamos buenos aunque tengamos miedo a sentirlo, aunque el impulso se nos acabe pronto. Eso que hemos ganado nosotros y quienes lo disfruten.
Feliz Navidad a todos y a encarar el Año Nuevo dentro de nada...