Pasó el peligro
Ayer lunes a las nueve de la noche estuve visitando a Francisco Miguel en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Carlos Haya y podemos decir que ya ha pasado lo malo y sólo le resta recuperarse. Por la mañana le bajaron al quirófano para someterle a un cateterismo. Pero estaba equivocado en su diagnóstico: no le han colocado un marcapasos. Le han vuelto a poner más "muelles", como dice él (mallas) con lo que tiene colocadas ya siete en total en el corazón. Y ya de paso le han limpiado otros dos que estaban un poco obstruidos. Y todo ello con anestesia local y viendo su propia intervención por tres pantallas para no perderse detalle. Y por la noche le llevaron a planta, según las previsiones.
Tendrá que reposar tres o cuatro días antes de poder volver a Alhaurín, a su casa. Está contento y muy bien de ánimo. Hasta el punto que dice que le encanta la comida del Carlos Haya ¡y se come hasta el postre!. Cuando postre no había comido en toda su vida.
Buenas noticias pues. Su familia espera ahora que sea capaz de dejar el tabaco, harto difícil para él aunque parece dispuesto a intentarlo. Por otra parte, siempre que le veo tiene un gesto de agradecimiento para quienes se han interesado por su salud. El hospital le viene grande y tiene ganas de salir de allí: "Llevo ya diez días y necesito airearme. Quiero seguir con mis cosas con más fuerza todavía".
Es que no escarmienta. Aunque la verdad, si escarmentara nos extrañaría mucho.
Seguiremos informando.
Juan Carlos Sanz de Ayala
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