La Fundación avanza en su amoral intrusión y calado en el sentir de los ciudadanos para lavar la cara de sus jefes los canteros

"Restauran" en el pueblo lo que NO restauran en las canteras

Debo felicitar al gerente-orquesta de la Fundación Don Luís Bravo Sanz por la ingente labor que está realizando para sus jefes directos los canteros de Alhaurín de la Torre. Hizo bien Don Joaquín Villanova Rueda en ponerle al frente de tan especial y difícil tarea, pues sólo una persona amoral como él podría llevarla a buen término. Don Joaquín Villanova Rueda sabía que la "burra" (como dice el gerente-orquesta) de la Fundación sólo podría venderla Don Luís Bravo Sanz. Y le nombró porque "le salió de los cojones". No podría ser de otra manera. Tampoco iban a dejarle los canteros que nombrara a otro distinto. Los patronos de la Fundación sabían que sólo una persona amoral como Luís Bravo Sanz podría llevar a buen término aquello que se inventaron junto al Acuerdo Marco y que si salía bien, como así está ocurriendo, iban a convencer a los laurinos de que los canteros son buenos, que están por la labor medioambiental y que están dando un montón de dinero al pueblo de Alhaurín. Verdes y sostenibles, faltaría más.

Todo ello es incierto, y bien lo sabe el amoral gerente-orquesta Luís Bravo Sanz. Pero lo de menos es su veracidad: había que convencer al pueblo de Alhaurín de que una mentira y gorda, era una verdad como un templo, un axioma irrefutable. Ellos saben y casi todo el pueblo con ellos, que la Resturación de las canteras no sólo va muy retrasada, pues apenas han realizado unos pocos bancales y plantados "800 árboles" como decían no hace mucho ellos mismos, sino que es una Gran Mentira, puesto que en el deambular de miles de camiones se demuestra que la explotación sigue adelante sólo frenada por la crisis del ladrillo.
Es por ello que ya que no restauran en la cantera, tienen que traer la Resturación al pueblo para que les vean. Y esto lo ha hecho de una manera más que satisfactoria el flamante gerente-orquesta de la Fundación, el mismo de la barredora y el Informe Fantasma de la AFA. Ya le pueden pagar lo que pida, ya le pueden dar manga ancha en las contrataciones, ya le pueden justificar informes y lo que se le ocurra al precio que él imponga: su trabajo no tiene precio cara a los laurinos poco ó nada preocupados por las canteras, su legalidad y sus incumplimientos. La verdad es que todo lo que pasa en Alhaurín se lo merecen los laurinos. No estoy muy seguro de que se merezcan que nadie, nadie, luche por sus intereses. Total, cada cuatro años, vuelven a votar a Joaquín Villanova Rueda, que no al PP, ó lo que es peor, no votan. Y volverán a hacerlo seguramente el año que viene.
Ahora el gerente-orquesta se pasea en tres furgonetas recién compradas con quince trabajadores uniformados que están arrancando zarzales y plantando adelfas compradas quién sabe dónde a quién sabe cómo, en zonas como los bordes de la Travesía cuya competencia es del ayuntamiento. ¿Quién es la Fundación para asumir competencias municipales?. ¿Qué hacen los Servicios Operativos que tiene que venir la Fundación a hacer su trabajo?. ¿Por qué no cumplen los canteros lo que firmaron en el Acuerdo Marco y restauran las canteras en lugar de venir a restaurar la avenida del pueblo sólo cara a la galería?.
El gerente-orquesta se gana con creces lo que ingrese en todos los sentidos: sólo el titular de su publi-reportaje de la Fundación publicado el Alhaurín.com (pinchar aquí) y/o Diariolatorre (pinchar aquí) bien vale un Imperio. El susodicho título reza así: "Comienza la Restauración de zonas verdes en Pinos realizada por la Fundación de las Canteras". En Alhaurín.com, Restauración está con mayúsculas. ¡Joder Luís!. ¡Magnífico!. Te has ganado cinco Informes Fantasma de la AFA más, firmados por el patrono de la Fundación y también presidente de la AFA, Sr. D. Francisco Javier Padilla Gómez, de Áridos El Pinar SA (en la imagen, de oscuro, con el gerente-orquesta y el alcalde -presidente de la Fundación en la firma de una trabajadora).
¡Ala!, a ponerte ciego de Ducados. Perdón, de güistones.