Ser un hombre culto es, como dijo Montesquieu, “ser un hombre realmente grande, que sabe estar con la gente, no por encima de ella”

José Sarria: "Si Torrijos se marcha de Alhaurín será una desgracia cultural"

"Algunos decían ayer que a nuestro querido alcalde no le gustaban los museos, mientras otros matizaban (haciendo de ello cuestión de Estado) que el ·alcalde lo que no quería eran museos, pero sí centros de interpretación (refiriéndose a la disyuntiva entre museo/centro de interpretación en Torrealquería). Aporto una nueva variable a este entretenido sodoku: a lo mejor resulta que el alcalde no sabe lo que es un museo ¿?
Ya lo dijo Ralph W. Emerson: “la cultura es una cosa y el barniz, otra”. Hablar de cultura, de centros de interpretación o del sursum corda no te acredita como hombre culto. Ni siquiera recibir medallas o galardones te eleva al altar de la diosa Minerva. No sé si nuestro alcalde es un hombre culto (aunque mantengo mis propias sospechas), pero lo que está claro es que su apuesta cultural pincha más que el coche de Carlos Sainz.
El último botón de muestra es la triste noticia que nos anunciaba el abandono (sin fecha fijada de retorno) de la actual ubicación, en Alhaurín de la Torre, del Archivo Histórico de la Asociación Histórico Cultural Torrijos 1831. La Asociación que preside Jesús Rivera Ruiz ha decidido que después de recopilar minuciosamente y con todo el amor del mundo, durante veinte años, documentos y objetos relacionados con la vida y los últimos acontecimientos del general Torrijos, estos se encuentran expuestos a un posible y grave deterioro, dadas las lamentables condiciones en las que se encuentra el local (por cierto, cedido de forma privada) que les da cobijo. Después de diez años de promesas (sin cumplir) acerca de la reconstrucción de la Alquería de Mollina para ubicar allí un Centro de Interpretación en memoria de Torrijos, los voluntarios de la asociación se han cansado de esperar y abandonan estos lares para buscar una ubicación más digna para parte de la historia vivida en Alhaurín, ya que las autoridades locales no han sabido valorar, en su justa medida, el potencial cultural (y con ello económico y de empleo) de un hecho tan relevante como el vivido por el general liberal y sus compañeros de destino en tierras laurinas.
Hacer política de futuro (no del pelotazo, ni del ladrillazo) es hacer una apuesta por cambiar las políticas estructurales, intentando flexionar los modelos actuales. Alhaurín necesita un nuevo modelo de economía local basado en el turismo rural, en las propuestas culturales y de ocio, en la oferta socio-residencial y en la economía autóctona (agricultura y procesos artesanales). Dejar que este considerado archivo histórico abandone Alhaurín sería un error imperdonable, porque sería síntoma de la dejación y la indolencia que sienten nuestros políticos por la cultura, con lo que significaría fraccionar uno de los potenciales pilares de la economía local de futuro. Si el abandono del archivo liberal se confirma habrá que pedir que el escudo del consistorio local se embellezca con aquel lema de un autor anónimo: “La cultura me persigue... pero yo soy más rápido que ella”. José Sarria