domingo, 15 de noviembre de 2009

Ayer, El Cautivo procesionó en Málaga. Hace diez años me trasplantaron cinco días después de rezar ante Él

¿Casualidad ó milagro?

No soy muy creyente, eso se lo pueden creer ustedes. Mis creencias pasan por Darwin y según este principio, yo acabaré yendo donde mi poto ó mis perros, algún lugar muy lejano del Cielo ó del infierno impuestos por nuestra religión Católica. Quizás como secuelas de muchos años de internado en un seminario de Jesuitas, preparando el terreno para ser sacerdote, actualmente creo más bien poco en lo que no veo, no palpo ó no huelo.

Y así iba por la vida, hasta que en febrero de 2000 mi compañero me casi arrastró una tarde a la Iglesia-Parroquia de San Pablo, en el barrio de la Trinidad de Málaga. Yo había perdido los riñones dos años antes, me habían trasplantado por primera vez un año antes y había perdido el riñón nuevo sin salir del hospital: me lo tuvieron que extraer de nuevo y otra vez a diálisis. En febrero de 2000 yo estaba un poco cansado de la máquina y podía agarrarme a cualquier cosa con tal de creer en un pronto trasplante. Y en esas, me ví con mi compañero comprando dos docenas de claveles en una floristería cercana y un poco acongojado entré en la Iglesia, llegándonos hasta la capilla donde se expone para su culto la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo.

La verdad es que impresiona allí sólo mirándote desde arriba rodeado de fieles orándole y claveles por doquier. Aquello achanta un poco aunque no creas en ello, invitándote el entorno a un recogimiento y una tranquilidad casi placentero.

Allí estaba yo, un descreído sin remedio, mirando al Cautivo y pidiéndole que me consiguiera, porfa, un nuevo riñón. La verdad es que lo pedía sin mucho convencimiento. A fin y al cabo, aquello no era más que un cacho madera y un trozo de tela. Además, cuando algo se pide, algo habrá que dar a cambio. ¿Y qué le ofrezco yo al Cautivo?. Un Dios, que lo tiene todo y no necesita de nada… difícil papeleta, pero Él y yo llegamos a un acuerdo, y me marché de allí rascándome la cabeza entre ilusionado y escéptico.

CINCO DÏAS más tarde, recibí una llamada del Hospital Carlos Haya: se me pedía que me acercara de inmediato porque había un “protocolo de trasplante” y yo era uno de los tres llamados como posibles receptores. Me quedé asombrado. ¡Me habían llamado después de un año!. Tuve suerte: esa noche me confirmaron que uno de los riñones era mío, me prepararon y al punto de la mañana estaba metido en quirófano. Pocas horas después, el trasplante era una realidad. ¡Cinco días después de ver al Cautivo!.

Durante la convalecencia estuve dándole vueltas a la cabeza. ¿Coincidencia?. ¿Tocaba ya?. ¿Fui a verle justo cuando me iban a trasplantar ó me trasplantaron poco después de ir a verle?. El dilema no era baladí. Si tomaba la segunda premisa, casi debía mandar al carajo el cálculo de probabilidades y asumir que se había obrado casi… ¡Un milagro!. Para un no creyente como yo, era un trago difícil. ¿Predestinación ó casualidad?.

Ojalá fuera un creyente convencido. Me sería más fácil asumir hechos como éste, que he contado a escasas personas de mi entorno.

Ayer fuí a verle procesionar por las calles de Málaga en su 75 aniversario: el riñón trasplantado en el 2000 lo perdí siete años más tarde, y en mayo de 2007 volví a la máquina de diálisis donde sigo yendo día sí y día no, enchufado toda la tarde. Cada Lunes Santo mi compañero y yo lo acompañamos por las calles de Málaga y ayer fuimos, cómo no, a verle.

De verdad, queridos lectores, no quiero parecer ñoño, pero en 2000 me trasplantaron cinco días después de pedírselo con ganas al Cautivo. Y tengo que reconocer el hecho, que a día de hoy sigo sin dilucidar si fue CASUAL, ó fue efectivamente CAUSAL. También tengo que reconocer mi enfado con El Cautivo: llevo dos años y medio en la máquina, y dos años ya en lista de espera, y por mucho que se lo he pedido, el riñón no ha llegado.

Ayer hicimos las paces Nuestro Padre Jesús Cautivo y yo. Fué la primera vez que nos vimos, yendo Él a que le bendijera el obispo en la Plaza del Obispo, frente a la magnífica portada de la catedral. Y una vez hechas las paces (yo le dije que esta vez estaba tardando mucho y que de verdad que yo estaba cansándome ya de la máquina), a la vuelta hacia su Casa-Hermandad, le pedí que si me lo merecía según Él, me echara un cable, porfa. Que me están poniendo crudo lo del nuevo trasplante. Hubo un momento que pareció asentir con el brazo, pero pronto me dí cuenta que se le había movido el manto con el viento…

Casualidad ó destino forzado, quiero dejar testimonio del hecho, por si a alguien le viene bien y porque es de justicia hacerlo. Siempre bajo el prisma de un descreído y agnóstico, amén de ateo y evolucionista, que un día fue a ver al Cautivo con un ramo de claveles y cinco días más tarde estaba en la camilla tumbado frente al quirófano con un riñón metido en hielo al otro lado de la puerta…

13 comentarios:

Raimundo Nonato dijo...

Esto demuestra que a pesar de decir que eres ateo y descreído, cuando se está en las últimas todos creemos en la providencia de un ser creador como Dios. Le pueden llamar, alá, Buda, Dios o lo que sea pero el hombre es un ser religioso. Lo malo es que el propio hombre ha prosituido y prostituye cada día las religiones y las creencias, no hay nada más que ver el deprimente espectáculo del Cristo Yacente en Alhaurín de la torre. Animo Juan Carlos, y tendrás otra oportunidad, no te quepa duda

MGZ dijo...

Estoy seguro de que El Cautivo te echará una mano. Y pronto tendrás otro nuevo riñon. Y podrás seguir viviendo y con ello, siguiéndole cada Lunes Santo. Como le veo yo, aunque de lejos,en la Alameda cuando voy debajo del varal de mi Virgen de los Estudiantes y el Cautivo viene despacito por Puerta del Mar. Yo, todos los años le pido algo cuando Le veo. Si se lo pides con fe y devoción, como aunque te cueste admitirlo, lo haces tu Juan Carlos, El te oye y te ayuda. No, no es coincidencia ni casualidad. Es El. El Cautivo.

Si yo ahora mismo te pusiera mi nombre completo, quizá no creerías quien te está escribiendo y lo que te está escribiendo. No obstante, diferencias podremos tener muchas en la vida, pero al leer tu experiencia con El Cautivo, esas diferencias dejan de ser máximas, para convertirse en mínimas. Y eso Juan Carlos, tampoco es mera casualidad, ni coincidencia. Quizá El, tambien tenga algo que ver.

No te pongo mi nombre, Juan Carlos, solo te pondré las iniciales. Tu que eres "amigo" de los jeroglíficos, ponle las letras que faltan a esas iniciales. En cualquier caso, hablo de corazón.

Tendrás tu riñón. Porque yo, tambien se lo pediré para ti, al Cautivo.

Juan Carlos Sanz de Ayala dijo...

Gracias MGZ. Parece que sí existen los milagros.

Anónimo dijo...

Juan Carlos, ayer también yo estuve viendo el Cautivo, yo, que al igual que tú, no soy muy creyente, pero mira tú por donde, mis hijos son muy devotos de las procesiones, aunque no sean muy practicantes, mi hijo mayor, es hermano de la cofradía los verdes hace unos pocos años y procesiona el Cristo de la Vera Cruz en la Semana Santa.

Mi otro hijo, es devoto del Cautivo, aunque por el momento procesiona a la Santísima Trinidad, aunque ayer por ser el 75 Aniversario, mi hijo pudo ver cumplido su sueño de portar El Cautivo, ya que, los portadores de la Virgen, realizaron la procesión desde su Casa Hermandad hasta la Plaza del Obispo, y la verdad es que, estaba delirante, eufórico, flipando, jamás he visto a mi hijo con tanta ilusión por algo.

Con esto Juan Carlos, me gustaría decirte, que no hace falta ser creyente para que a veces, las cosas nos salgan medianamente bien, y yo, creo sinceramente que no tardara mucho en llegar tu transplante. Al menos eso creo.

Juan Carlos Sanz de Ayala dijo...

Ojalá sus sentimientos se conviertan en realidad. Gracias por sus palabras, anónimo 22:33. Y sí, se siente una cosa especial. Sigo diciendo que no soy muy creyente y nada practicante. Pero ayer me hubiera gustado portar el trono.
Gracias.
Juan Carlos

Anónimo dijo...

Algo hay,no se que es pero creo que algo hay,animo J.C

Anónimo dijo...

Menos devoción por el Rocío, y mas pan y abrigo, para los que tienen frio, Que le estais allanando el camino, no tienen bastante santos y fiestas en este pueblo,
quereis un cautivo para el lunes santo, ppara salir por la TV con trajes regalados y escoltados de pintorreadas mujeres disfrazadas con mantilla y peinetas ya vivis demasiado bien, miemtras unos cuantos rezan y se pegan en el pecho,cuando salen de la iglesia no son capaces de dar un trozo de pan a su vecino. Basta ya de hìpocresia.

Anónimo dijo...

Al comentario de las 7.43, no es hipocresía tener fe. Que haya gente que no comparta con los necesitados pasa tanto en los católicos como entre los amargados como tú.

A Juan Carlos, yo me sumo a las peticiones por tu riñón. Religiones aparte la fuerza de la gente es importante, así que vamos a pensar que te van a llamar ya para el trasplante y lo conseguiremos con la ayuda de El Cautivo, tenlo seguro.

Un abrazo

Manué

Anónimo dijo...

Manué a dios rogando y con el mazo dando, falso, mas falso que judas,
como cambia la gentuza, lo que hay que ver, que ganao.

Anónimo dijo...

lo del cristo yacente no es nada con la que se avecina: con todos estos nuevos creyentes/no creyentes pronto tendremos otra cofradía: san juan carlos no me callo, hacedores de milagros. de todas formas me alegraré que recibas pronto el riñon que te vendrá por via de algún donante y no de ningún cristo ya sea cautivo o liberado. he leido tu artículo y...a buena hora mangas verde; no me creo que el lobo pida ahora clemencia al cordero

Anónimo dijo...

manué, esto es fe no fax ,mas de 4.100 millones de pesetas, por la visita del mazinguer a valencia, lo del bigotes y la parte en B, esta incluido,no te arrime a la pare que te va llenar de ca,.

MGZ dijo...

Paco, que me vas a contar tu de cajas en B? Tu de eso puedes decir mucho no?

Anónimo dijo...

Tiene gracia el jodio