¡VIVA LA DEMOCRACIA!
Antonio dijo...
Así titula su artículo en diario la torre Luís Bravo.
"Viva la democracia, pero que la pongan en práctica otros que a ellos les va bien como están.
Está decrépito, pasado de moda, está perdiendo el poder de convicción que antes tenía.
Va a contra corriente. Todo el mundo opinando sobre el pucherazo de las elecciones de Retamar de una manera, y él, es el único que sabe ver la realidad y el único que lleva razón
No convence a nadie y lo malo es que se cree que es el no va más, que puede seguir engañando y ya la gente le tiene tomada la medida. Solo convence a sus allegados, a los que se benefician de su situación.
¿Han leído Uds. su artículo?
Acusa a las personas que se ajustan a los estatutos y quieren hacer valer sus derechos democráticos de golpistas.Lo que no dice, es que como dirigente de una república bananera, su amigo Juan Doblas, se negó a admitir una solicitud avalada por las firmas del 15% del electorado, (en los estatutos dice que es suficiente con el 10%) , para que se celebrara una asamblea extraordinaria, obteniendo por respuesta una convocatoria a elecciones por ordeno y mando.
Comenta defendiendo lo indefendible (en eso se ha hecho un especialista, en defender lo indefendible, y lo que no hay por donde agarrarlo), que en todas las elecciones, hay presencia de las fuerzas de orden público. ¿En cuántas elecciones de AA. VV. en nuestra localidad, en los alrededores o en las barriadas de toda España ha habido presencia policial?. Cierto es que en las elecciones generales y autonómicas, hay un agente por colegio electoral, pero no DIEZ como en esta asamblea.
Vaya de antemano mi agradecimiento, reconocimiento y felicitación, hacia todos los miembros de las fuerzas de orden público.
Ahora resulta que el General Franco que accedió al poder por medio del ejército, era el bueno y los que democráticamente habían votado a sus representantes, eran los golpistas. Al teniente coronel Tejeros, hay que llevarlo a los altares, pues tuvo las agallas de echar los tanques a la calle y secuestrar a los miembros golpistas del gobierno en el Congreso de los Diputados. ¿Dónde dejamos a Pinochet? Tuvo el valor de asaltar el palacio de la Casa de la Moneda por la fuerza de las armas, (aviones y tanques incluidos) para derrocar al golpista Salvador Allende.
Ahora resulta, que hay que felicitar a Hugo Chaves, por querer sacar una ley que le perpetuaría en el gobierno por el resto de sus días. Cosa, que como demócrata, se ha procurado el presidente de su república bananera Juan Doblas. Que se jodan los golpistas que petrendían hacer las cosas según los estatutos.
Eso nos pasa por haber estudiado en colegios públicos. No entendíamos nada, o faltamos el día que explicaron lo que era DEMOCRACIA. Y así nos va. Menos mal que tenemos a Luís Bravo para que nos lo explique y nos abra los ojos.
Así es que ya saben, todo aquel que en las próximas elecciones generales, pretenda votar a otro partido que no sea el que está en el poder, ES UN GOLPISTA".
4 comentarios:
deberiamos de contratar un psiquiatra o 2 para el ayuntamiento, pero sin selección ni oposiciones por favor, y que hagan su trabajo empezando empezando por el alcalde, ¡ se le ha ido la olla! y se cree que es primo de Franco!!!!
Para respuesta la de Pepe Sarria en Diario la torre
¡Vivan las cadenas!
La implicación tan decisiva del propio don Joaquín Villanova, con un bando municipal de su puño y letra, apunta a la necesidad de intervenir en un proceso ciudadano que debiera de haber sido absolutamente independiente y nos trae el mal recuerdo olfativo de aquellos anejos pucherazos.
Según parece Juan Doblas ha salido vencedor en las últimas elecciones de la Asociación de vecinos de Retamar. Si lo ocurrido ha sido consecuencia de un acto de democracia real habrá que felicitarle. Pero la democracia no es el simple sumatorio aritmético de papeletas, pues para alzar el grito de ¡viva la democracia! deben de haberse conciliado una serie de circunstancias que validen, per se, los resultados. Si no que se lo pregunten a Hamid Karsai y a los afganos. Sin ir tan lejos, aquí en casa, el mismísimo General Franco ganó dos referéndums: el de 1947 y el de 1966. En aquellos días muchos con camisa azul, azul mahón, se lanzaron a las calles festejando la victoria democrática del adalid de esta que era una unidad de destino en lo universal.
No seré yo quien diga que lo ocurrido en Retamar ha sido consecuencia del juego sucio, pues desconozco el trasfondo de la tomatera, pero da la impresión, desde fuera, que don Joaquín y su séquito han tenido un exceso de celo, que puede ser también un exceso de interés, en que el resultado se decantara hacia uno de los costales. Y en este pueblo, donde las familias acumulan cargos, donde el Ayuntamiento más que el gobierno del pueblo parece la oficina del INEM, donde se confunde oportunidades para todos con oportunismo y donde la normalidad democrática se convierte en esperpento de la cosa pública, que lo de Retamar haya llegado a ser casus belli resulta, cuando menos, sintomático.
La implicación tan decisiva del propio don Joaquín Villanova, con un bando municipal de su puño y letra, apunta a la necesidad de intervenir en un proceso ciudadano que debiera de haber sido absolutamente independiente y nos trae el mal recuerdo olfativo de aquellos anejos pucherazos. No estaría mal que el alcalde aplicase la misma contundencia para pararle los pies a quienes se comen la sierra o para hacer cumplir a los constructores con sus obligaciones a fin de recepcionar las urbanizaciones como Dios manda. Muchas contradicciones para un pueblo que se merece otro sosiego antes que el envío de las fuerzas de intervención a las asambleas de vecinos.
Si Juan Doblas ha ganado limpiamente habrá ganado la democracia. Si por el contrario su victoria hubiese sido consecuencia de la mano tramposa debería de sentirse tan avergonzado como lo está Thierry Henry, con el amargo sabor de la victoria. Los españoles que somos muy adictos al ardor guerrero y al grito patriotero no debemos de olvidar que ya en la época de Fernando VII la gente gritaba por las calles aquello de: “Vivan las cadenas”. Me resisto, por ahora, a alzar un ¡viva la democracia!, por precipitado, inoportuno y posible mimetismo con lo de las cadenas. Ojalá que, como ha escrito Yevgeny Yevtushenko “llegue un día –en este pueblo- en que nuestros hijos llenos de vergüenza recuerden estos días extraños en los que la honestidad más simple fue calificada de coraje”. Entonces si, entonces gritaré con todas mis fuerzas un ¡¡VIVA LA DEMOCRACIA!!
Pepe Sarria en diariolatorre
My bueno el artículo de Pepe Sarriá, mu8y aertao el análisis y exento e insultos ó decalificaciones. Mi más sincera enhorabuena.
Jamas jugaron limpio, CAMORRAS
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