En una tarde de intensa lluvia ERES se reúne con los pocos vecinos de Torrealquería que salen de casa

ERES toma el pulso a la barriada de Torrealquería

El pasado jueves día 18 y bajo una lluvia fuerte y persistente acudí a la barriada laurina de Torrealquería para asistir a una reunión de los componentes de ERES y los lugareños que quisieron salir de casa en un día tan desapacible para hacerse oír frente a los futuros políticos. Cuatro vecinos exactamente formaron en núcleo de origen de ERES en Torrealquería. Puede parecer poco, pero ya son más que los conseguidos por otros partidos en su primera visita a la alejada barriada. La reunión se iba a realizar en los locales de la Asociación de Vecinos, pero esa mañana una oportuna llamada del ayuntamiento, según me dicen, hace que los locales se ocupen por esa noche, para acoger los talleres de mayores, con lo que ERES debe reunirse en el bar adjunto. Sea como fuere, esa noche finalmente no se realizaron allí los cursillos, con el consiguiente mosqueo del personal de ERES que tuvo que aguantar las deficiencias acústicas del bar.
En primer lugar Juan Manuel Mancebo intervino para explicar a los cuatro lugareños las líneas maestras del partido político ERES, para escuchar después las quejas de los vecinos, muy interesados en montar en Torrealquería el germen de un grupo afín a ERES que trabaje el barrio para conseguir seguidores y votantes de la susodicha formación. Las infraestructuras se llevaron la mayoría de las críticas, teniendo en cuenta que aquello está donde cristo perdió la zapatilla y no ha vuelto todavía por ella, dados los caminos de cabras que constituyen el acceso a Torrealquería. De pena. "Han hecho centenares de viviendas de VPO pero las carreteras son las mismas, tercermundistas", apuntó uno de ellos. "Esto es un pueblo fantasma que no interesa a nadie". "Nosotros somos los marginados, vosotros los de abajo, los señoritos".
Al finalizar la reunión, se tomó nota de los asistentes y se quedó en mantener el contacto para próximos encuentros.
En la mesa de al lado, el más viejo del lugar, José Ruiz, un peculiar personaje al que entrevistaremos más adelante, escuchaba sin perderse una palabra.
Comentan también que Marina Bravo vive en una vivienda de VPO allí en la barriada, pero no hace vida allí, no se le ve por las calles y nadie le ve salir ni entrar con el coche en el garaje.
Tras abandonar el Bar, Pepe Cano nos lleva al local de la agrupación Torrijos y estuvimos viendo su interior, destrozado por las humedades y las goteras de agua. Pero eso lo veremos otro día...